viernes, 6 de agosto de 2010

La mirada...

Como es de costumbre, se levanta por la mañana, aun adormecido tensa su espinazo y con un ronroneo se dispone a ponerse de pie.

Tiene sed, asi que va a su cuenco, bebe un trago de freca leche, leche que cada mañana coloca su amó sin falta, al finalizar, tiene llenos los bigotes de leche y mientras se asicala para quitarse el exeso, ve llegar a su solitario amó, que con un sonido ´´mishi,mishi´´ lo llama, el gato con mucho gusto atiende al llamdado del entristezido amó, que lo resibe con brazos abiertos y acurrucandose en su calido seno, nota la soledad y tristeza que este lleva, su preciado dueño.

Lo acaricia mientras recuerda aquellos momento que paso con su ya distante pareja y el gato solo lo mira. El amó no soporta, aparta al gato y sale de la casa, confundido el minino, corre a la venta para ver a su amó pasar corriendo bajo el dia gris que lo acompaña, con una cortina de agua.

Un gato se asoma por la ventana, ve la lluvia deslizarse por el filo del vidrio, esas gotas van llenas de recuerdos, gotas que hacen recordar aquellos momentos que pasaba con sus dos amós, acariciandolo, mimandolo, amandolo; Gotas que guardan recuerdos de sus amós librando una lucha de amor en su alcoba, gotas que nunca regresaran.

El bao cubre la visibilidad del vidrio, solo son recuerdos, que no regresaran, intenta aclarar la visibilidad, pero es en vano, ya no se puede, escribe palabras, letras llenas de deseos, pero esas letras jamas llegaran de nuevo a ellos.

Un Gato se asoma por una ventana, ve caer la lluvia, ve la lluvia deslizarce por el filo del espejo, alli sigue aguardando por la llegada de su amó, ya que perdio a uno y no desea perder a lo unico que le queda...

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