viernes, 6 de agosto de 2010

Amores de Lluvia...

Una noche de verano, esta el temporal de lluvias y ese dia no seria la excepcion.
Con una chamarra encima, decidido a salir de mi morada con trayecto al recinto de mi enamorada. La hierva esta crecida, charcos de barro por todos lados, ademas, un sendero que no se divisaba del todo, sin embargo continue el viaje. Despues de unos cuantos minutos caminando por aquel tupido sendero, diviso el hogar de mi amada; Los tennis llenos de fango e igualmente mojado, arribo a su inmenza vivienda, a pesar de mi estado, ella no le tomara importancia a mi aspecto, se que estara feliz porque estoy en su morada de improvisto. Ya es tarde, sus padres y hermanos estan dormidos, no quiero levantarles, se molestaran si lo hago; Tratare de otra manera, tomo unas cuantas rocas y las arrojo a su ventana, pero no da resultado, hay un pequeño arbol que llega hasta la ventana de su alcoba, pero esta muy delgado, como para treparlo, pero eso tampoco me impedira llegar hasta su ventana. Con movimientos sutiles y firmes subo por el debilitado arbol; Alcanzo a divisarla, esta posada sobre su lecho durmiendo, alzo el cristal y entro por la ventana; Le despierto, sorprendida por la sigilosa intromision de su casa, me resive un gran abrazo y un cariñoso osculo, le propongo salir de su casa, a lo cual acepta.
Toma su calzado, un abrigo, el paraguas y salimos de su casa. Con un salto caigo desde su ventana, ella colgandose del filo de su ventana, posando sus pies sobre mis manos y asi bajarla cautelosamente. Caminamos por una vereda, abrazados el uno del otro, soteniendo y cubiertos bajo la delgada tela del paraguas, escuchando golpear las gotas del temporal. Llegamos a una pequeña banca de concreto que se encuentra bajo un arbol, el cual frecuentamos seguido, cada vez que concluyen las clases, retiro el agua que se ha estancado sobre aquella plancha, para alli posarnos. Descanzando sobre aquella plancha, seguiamos enlazados con nuestos miembros superiores, contemplando los matizes de la tarde, la lluvia caer sobre el denzo follaje de los arboles y deslizarse sobre los verdes pastizales. Estoy sumamente feliz y al parecer por su rostro tambien ella; Conpartiendo un momento asi, viendo, escuchando, percibiendo, tocando y saboreando aquellos placeres de la vida que en este lugar se me proporcionaban.
Unas horas pasaron mientras llaciamos en aquel magico lugar, pero era hora de partir hacia nuestro retorno; Durante el trayecto , el cielo se despejo un poco dejandonos ver en el firmamento, una gran aglomeracion de estrellas, las cuales contemplamos con sumo detalle; Una vez llegado a su hogar, la poso sobre mis hombros la ayudo a subir por aquel debilitado arbol, pero no antes sin despedirnos con un gran, amoroso, apasionado osculo y deseandole buenas noches, me retire del lugar, con destino a mi morada.

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